Lo mejor: Las ganas de México y Uruguay. Mascherano crecido, indetenible, una muralla. Forlán inconsolable, aterrizado y dolido. Un partido (Brasil/Uruguay) no apto para cardiacos. México por su parte, con todo para llegarle a Argentina, aunque hubiese sido a la ronda de penaltis. De más a menos en un sólo momento. Sanchez deberá evaluar un sustituto para el mediocentro.
Lo peor: Las contínuas quejas de los fanáticos y las entradas. Las voces del gobierno desmintiendose unos a otros.
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